Buscar en el blog

lunes, 1 de marzo de 2010

Sopitas con canela

El otro día llegué a casa para comer y SORPRESSSAAA encontré una cuchara de lo más peculiar, era una cuchara con goma de borrar, ese artefacto inútil que llevan algunos lapiceros.

Esta extraña situación me condujo a recapacitar, ¿Quién mierda había puesto esa goma ahí?.

Tal vez uno de esos pobres chinos, o sudamericanos, o negros, o incluso puede que comunistas...

¿Quién sabe?, puede que un negro comunista, siempre les he temido, A.H. siempre creyó que eran peores por el color de su piel. Lo cierto, es que yo no creo que fueran peores, sino mejores, la evolución los había tratado mejor y los había vuelto, por lo tanto, peligrosos.

Existe una variedad extraña de negros, los negros COMUNISTAS , son de los más peligrosos.

¡Negros en la nieve!. Ya son más resistentes al sol, como para encima ser más resistentes al frío.

Al ver esto, inundado por una rabia y miedo atroces, ¡LANCÉ ESA CUCHARA HIJA DE SATÁN POR LA VENTANA Y BAJÉ AL PISO A TERMINAR MI OBRA!. Allí estaba ella, riéndose de mí, podía ver sus negros labios proyectando una sonrisa de superioridad y orgullo "negrata" a mis ojos.

Como orgulloso defensor de la raza blanca hice caso a un sabio que dijo una vez "Los problemas se arreglan doblándolos". Lentamente observé como su ácida sonrisa se anulaba y cuando alcanzó los 90º, esa infernal obra hija de negros saltaba de la cuchara y huía por la alcantarilla. Todo volvía a la normalidad y yo podía acabar mi sopita de verduras.

Ismael.

2 comentarios:

  1. Señor mio, queda usted invitado como ponente a la próxima covención que tengo pensada celebrar como proyecto a largo plazo de título: "IV Reich, ¿son posibles los sueños?"

    ResponderEliminar
  2. A mí también me gusta la contradicción.

    ResponderEliminar